Los ciclos de mi luna
Cuando veo la Luna, me veo a mi, mis etapas, mis diferentes yo.
La naturaleza al igual que nosotras tiene un comportamiento cíclico. Existe un término usado generalmente por las abuelas, mujeres indígenas o conocedoras de los saberes ancestrales cuando llega la menstruación denominado “luna” (llegó la luna) y se le llama así por la asociación que hay entre el ciclo menstrual con el ciclo lunar.
Un ciclo menstrual empieza con el primer día de regla y termina el día anterior a que comience la siguiente. Usualmente decimos que esto ocurre cada 28 días, sin embargo depende de cada mujer y puede variar días arriba o abajo o incluso simplemente tener distinta duración.
Ancestralmente se asocia el ciclo menstrual con la luna porque ambos estan divididos en 4 fases y se cree que nuestro cuerpo se ve afectado por la fase lunar en la que se esté. Adicionalmente, igual que nuestro ciclo menstrual, la luna tarda alrededor de 28 días en orbitar la tierra, por eso es que se asocia una a la otra.
Es super importante observar y conocer tu ciclo para así poder aprovechar su potencial al máximo. Podemos elegir nuestra mejor fase para comenzar un proyecto, desechar lo que ya no cabe más en nuestras vidas o visualizar nuevos rumbos.
Al aceptar y entender nuestra naturaleza cíclica podemos expresarnos mejor en cada una de las fases y aprovechar nuestra energía para nuestra vida misma.
Podríamos decir que la primera etapa comienza cuando termina la regla y dura hasta que ovulamos: la regla ha terminado, el cuerpo se estabiliza, estiliza, recupera su vitalidad y hay un boost de energía. Salimos de una etapa de calma y descanso para emerger al exterior con fuerza y seguridad en nosotras mismas, independecia y consciencia de nuestro cuerpo y sus necesidades. Es el momento de estructurar, analizar, tomar decisiones y hasta poner en marcha aquellos proyectos o hábitos que habíamos estado dejando para “después”.
La segunda etapa empieza cuando ovulamos: esta fase esta llena de fuerza, energía y un profundo sentimiento de amor interno, empatía, compasión, satisfacción, armonía y equilibrio. Es momento de alimentar proyectos e ideas puestas en marcha.
Ahora, la tercera etapa es la fase premenstrual: nuesto óvulo no ha sido fecundado y el cuerpo va a experimentar algunos cambios como hinchazón, dolor de pechos, aleración del ritmo intestinal y en general cuestiones que nos hacen sentir un poco incómodas. En esta etapa comenzamos a sentirnos con la necesidad de descansar más y mejor, nos desconectamos un poco de lo que pasa afuera. Es por ello que a esta fase le llaman la de los sueños, de la intuición y de creación máxima, que de no ser permitida puede generar frustación. Este es el momento ideal para ver y dejar lo que ya no necesitamos en nuestra vida.
La cuarta etapa es la fase de la menstruación, la primera semana del ciclo: es una fase de instrospección, de ir hacia dentro, descansar, dormir y soñar. Nuestro cuerpo tiene menos energía física y nos cuesta concentrarnos un poco. Queremos estar solas, tener espacio para visualizar nuestra vida y sentir nuestras emociones. El ciclo termina y desecha aquello que no corresponde más en nuestro cuerpo. Igualmente puede ser un momento ideal para aceptar lo que fue y dejar ir.
Existen diferentes maneras de conocer y conectar con los ciclos de la naturaleza y los nuestros, te recomiendo que una vez que llegue tu regla, anotes en una libreta cómo te vas sintiendo, en qué fase de tu regla estas y la fase lunar. Así podrás ir teniendo más consciencia de los cambios por los que pasa tu cuerpo y utilizar esta información como una forma de auto-cuidado y de conectar con tu naturaleza cíclica.
Tip: ¿Sabías que tu luna es el mejor alimento de plantas y huertos? Diluye tu luna en 1.5 litros de agua y riega tus plantas. Verás a tus planthijas mas felices que nunca.
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